una historia de un Juan

Juan aun no cruza la edad del derecho a voto y la vida le acaba de dar una de esas decepciones que hace que uno apoye los codos en las rodillas y tenga la mirada perdida en el piso, su decepción es igual a la mía cuando me entere de que la supuesta mujer a la que amaba era solamente un perfil falso en una red social de internet.
Tenía el toda la ilusión de vivir la experiencia de su vida al escuchar, ver, saludar y tener un recuerdo del artista que con su corta edad casi idolatra. Lo verdadero fue que de todo lo mencionado solo pudo cumplir lo primero porque el ya había comprado su entrada para el concierto con anticipación .
Las decepciones vinieron sin piedad ni anestesia desde muchos ángulos desde los amigos hasta un concurso de radio que le hizo gastar la misma cantidad que valía la entrada.
Mi sentir fue el incorrecto respecto a el sintiendo pena cuando en realidad es solo una dosis quizá hasta pequeña de realidad y de como funciona el mundo.
Mañana volvemos a nuestra linda ciudad donde mas bien la vida continua sin pausa alguna.