lunes, 23 de abril de 2012

Pequeño retrato de mi tiempo en secundaria


Pase los últimos cuatro años de vida escolar en un colegio que no voy a nombrar para no hacer ni buena ni mala publicidad, los que me conocen ya sabrán de cual se trata.
El colegio era medianito y medio nuevito llevaba pocos años de funcionamiento cuando entré después de una peregrinar por otros colegios luego de retornar a la ciudad que me vio nacer después de vivir cuatro años en Oruro. No me sentí del todo cómodo cuando entre y creo que la sensación fue la misma cuando salí, de hecho creo que nunca me sentí cómodo y como en gran parte de mi vida siempre me sentí fuera de lugar, estando en un lugar al que no pertenecía. Y claro que no pertenecía ahí pues en mi alma las ansias de cambiar el mundo de ser militante de ser diferente se ahogaban entre tratar de encajar y tratar de zafar las materias.
La moneda común allí eran el clasismo, el racismo y todos los males del colonialismo en estudiantes docentes y hasta directores, siempre aplicando la regla de la doble moral fueron pocos los compañeros o los profes que encontré interesantes en aquella época y que hoy serian para mi gente que vale realmente la pena. Pase toda clase de males que puede pasar un tipo bajito, lentudo, morenito y con poca gracia, sin embargo no todo fue gris recuerdo con alegría esos días de pasarse todas las horas en la canchita de tierra dándole patadas a la pelota hasta que nos echaban de ahí ya veces continuábamos en la placita cercana. Tuve buenos amigos allí algunos lazos que hoy están a medio romper producto de mi “nueva” manera de pensar que va precisamente en contra de todo lo que en mi colegio se practicaba.
Tengo buenos recuerdos pero la verdad hoy si pudiera volver atrás haría gran pataleta para que mis padres me cambiaran de colegio a uno mas de mi especie, donde me sintiera mas a gusto y soltura, donde desarrolle todo mi potencial.
No pretendo justificar los grandes errores de mi vida ni culpar al colegio ni a nadie, tampoco busco hacerme al mas capito y ser el buen tipo en medio del mal, solo repudio esa doble moral, racismo y clasismo en el que pase mis últimos años de colegio, todo esos males de los que padece la clase media esa clase a la que pertenezco que aprecio pero que también critico fuertemente porque somos bien convenencieros y hasta facistoides.
Como pongo en el titulo es solo un pequeño retrato de esos años de mi vida, amén.  

viernes, 3 de febrero de 2012