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cada día que pasa mi tierra me trata peor y peor, ya va apretando mucho el zapato y parece que es hora de irme...

Odio los Lunes.

Desde hoy paso a integrar el ejercito enorme de gente que odia los lunes porque no le gusta su trabajo porque no le gusta su rutina pero que de cierto modo disfruta de esa comodidad de ser un oficinista.
Yo me siento devastado triste como en un velorio de alguien importante para mi y es que siento que me mate o mas bien mate lo que yo soy ese hippie irresoluto que deambula por la vida hacia donde el viento lo lleva, con un cierto punto de referencia pero veleta al fin.
Me anudare una corbata que ahogara mi espíritu y me ceñiré a un traje de normas, reglas y comportamientos correctos, guardare mis tenis amigos de largas caminatas de muchos terrenos y polvos y los cambiare por zapatos oscuros como los días de un oficinista, empezare a frecuentar boliches donde todos los oficinistas desahogan toda su frustración y dejan salir a las patadas el espíritu libre que llevan dentro.
"Es lo que hay", esa es mi frase favorita, hoy la vida se ha puesto cuesta arriba para mi y no puedo darme el lujo de elegir entre lo que me gusta y lo que necesito por hoy es así de cruda y triste la realidad pero vamos que no todo es tan malo esto es solo un tiempo mientras veo como disimular que no tengo traje ni corbata ni zapatos oscuros y serios, cuando logre llegar a cierto objetivo de nuevo seré yo, el de cabello largo el irresoluto el soñador, por ahora me uno al ejercito de zombis en traje que simulan ser felices y tener éxito todo sea por el que dirán, aunque lo mio es temporal nomas.
"tan hippie y tan encarcelado, tan libre y tan disciplinado"