miércoles, 13 de agosto de 2014

Olvidados, una película para olvidar


No soy crítico de cine ni nada que se le parezca, yo como todos cuando tengo algunos pesitos extras voy al cine y sobre todo si es cine nacional porque hay que apoyar a la patria pues.
En plenas fiestas patrias me fui a ver la tan publicitada película, película que había estado esperando desde el día en que se anuncio que se haría hace ya como dos años atrás. Sala de la cinemateca casi llena, pasa pocas veces ahora, expectativa en todos al empezar.
Como ya mencione no soy critico de cine ni mucho menos, apenas me leí a Espinal en sus apuntes sobre cine pero creo que esta peli abusa en demasía del llamado "flashback" de hecho me animo a decir que es el único recurso que tiene porque la película entera desde que empieza hasta que termina usa este recurso.

Demasiados lugares comunes, escenas de novela de televisa, lugares comunes de teleseries bastante mal hechas, una actuación demasiado fingida de la actriz principal y un guión muy forzado para muchos personajes, demasiado encajonado en los estereotipos, una historia mal contada y una apología del delito que viene a ser la peor parte.
Desde las frases comunes y forzadas de los personajes "de izquierda" hasta el forzado remordimiento del general (el otro protagonista principal) todo se encarama en un sistemático mensaje anti izquierdista y sobre todo de discurso de reina de belleza sobre la paz mundial.

Se nota que todos los personajes que estuvieron involucrados en la realización de esta película apenas si se enteraron del Plan Cóndor por Wikipedia ya que desde las torturas hasta la supuesta resistencia guerrillera están pésimamente contextualizadas. Ni los milicos hacían su deber ni todos los "zurdos" son jóvenes de cabello largo, barba, guitarra, permanente discurso anti imperialista y proletario ni son unos universitarios revoltosos. Me pareció un insulto gravisimo a la memoria de tantas y tantos que murieron de las peores formas con la simple idea de la libertad, la democracia y el poder vivir como humanos con lo suficiente.

Que le quede claro a Carla Ortiz que el mundo real como ella le llama en su propio dialogo, es el mundo donde hay que  madrugar para salir a vender y poder juntar 50 pesos para comer algún fideo o arroz ese día, donde no se toma café en tazas de porcelana sino sultana en canecos de metal, donde aparte de esperar un micro por horas y viajar incomodo, hay que caminar un tramo mas por senditas de tierra y aguas negras, que le quede claro que el mundo real no es su caro vestido rosa estilo europeo y las tres vagonetas que esperaban afuera de su hotel de 150 dolares la noche.

Todos esos revoltosos y subversivos eran gente común, eran todas esta gente que tiene que madrugar tomar sultana y comer fideo y papa y que se movilizaron para recuperar los derechos que se les estaban siendo negados.

Me queda de lección que a la próxima no me entusiasme tanto solo por el titulo.